El
cuerpo duele cuando uno crece
los
huesos, los tendones, las arterias
aumentan,
modifican su tamaño
y
eso, a veces, duele….
Mas
no es un dolor insoportable
pequeñas
molestias y a lo sumo, unas décimas de fiebre
que
más tarde o más temprano se harán evidentes
en
un pantalón más corto o en un zapato que aprieta
Algunos
cambios más, como el tono de voz….
y
eso será todo, nada importante, una absoluta nimiedad
comparado
con el crecimiento interior
con
ese que no se hace visible en el dobladillo del pantalón
Ese
sí que es importante y trascendente
ese
sí duele, de tanto en tanto
a
veces de manera insoportable
hasta
sumirnos en el desconsuelo
Porque
crecer implica hacerle frente
a
un sinfín de obstáculos y retos
que
la vida reparte en ocasiones sin criterio
sin
reparar entre malos y buenos
Y
así de pronto uno se ve inmerso
en
la necesidad de plantar cara a la vida
de
lograr ganarle la partida
de
conseguir seguirla viviendo
Esta
vez la vida se ha empeñado
en
imponer a gente que amo el mismo reto
gente
hermosa, buena, maravillosa…
por
la que yo sería capaz de cualquier cosa
Vencer
un cáncer, ese ha sido el reto
puto
cáncer maldito y odiado,
al
que hay que nombrar para espantar el miedo
para
no consentirle que acobarde
Sé
que mi gente, esa que tanto amo
ganará
rotundamente esta partida
porque
supo crecer lo suficiente
para
ser hoy grandísimas personas
Sé
que ni puta falta les hacía este reto
pero
la vida a veces es injusta
cuando
reparte a diestro y siniestro….
y
esta vez, maldita sea!!, les tocó a ellos
Carmen
Rocamora
(contadora
de historias)
19
de septiembre de 2014
Bonita y dura entrada. Sí, crecer duele, pero es inevitable.
ResponderEliminarMucha fuerza y ánimo a todos.
Un besito.